"Quiero ser hombre"

"Mamá, quiero ser hombre". "Papá, quiero ser hombre". "Porqué no fui hombre". Son solo algunas de las frases que TODAS pero absolutamente TODAS las mujeres hemos dicho alguna vez.

Y es que, en un contexto social como el que tenemos, ¿quién no hubiese querido serlo?.

Desde pequeñas, que no hagamos esto ni aquello porque "no es de nena". No gritar, no patalear, no saltar porque se te va a ver la bombacha bajo la falda. "Sentate bien, comé bien, peinate (CADA 3 MALDITOS SEGUNDOS)". "Portate bien, que te están mirando"...

Hasta los más evolucionados "Así no se viste una señorita", "esas palabras en la boca de una dama", "no te exaltes que te salen las arrugas", "las secretarias no se mueven mucho y ganan algo de plata"... (sí, sé que hay miles de frases peores . Pero si sigo esta lista, juro que me deprimo).

A lo largo de mi corta existencia tuve que tragarme varias veces el hecho de haber nacido 'nena'. Empezando por los primeros años, cuando no podía jugar con ciertos juguetes o ciertos juegos. Cuando me recordaban todo el tiempo que "no le hinche al varón porque podía pegarme fuerte", que si este me molesta no le diga nada porque yo tenía las de perder. Luego, las competencias en las que el varón tenía el apoyo de medio mundo y en el que la chica era objeto de crítica por TODO. Entiéndase esta última palabra en plenitud.

En el recorrido de la vida me encontré con cosas bastante fuertes a los ojos de una persona que cree que todos los seres humanos tenemos el mismo valor y la misma libertad de ser.

Triste ver que un hombre puede salir con cuantas amigas quiera, pero si la mujer lo hace es porque se acuesta con todos sus amigos.

Siempre vemos grupos de chicos caminando por ahí incluso a altas horas, y está bien. La mujer que pasa las 9 de la noche fuera de su casa ya es cualquiera.

El hombre puede gritar desbocadamente ante cualquier partido de fútbol y no pasa nada. La mujer que reacciona ante algo es una incivilizada.

Un hombre puede no bañarse tres días y le importa un carajo al mundo. La mujer que se despeina ya es una dejada que no se tiene amor a sí misma.

El padre le invita al niño la primera cerveza (y las miles que siguen). La mujer que gusta de tomar alcohol es una desubicada.

Cuando un hombre dice lo que piensa o hace lo que quiere, está bien. Hay que respetar la individualidad. Una mujer que salga con un pensamiento o un accionar diferente, fruto del manejo de su propia vida, ya está descarriada y tiene la identidad mal formada.

No hablaremos del sector laboral. Mucho menos de la cultura paraguaya. Me siento mil años antes de haber evolucionado a humanos de las cavernas siquiera.

Con dolor en el alma tengo que seguir viviendo acosos, censuras, prejuicios... Todo porque no puedo ser un ser humano más que orina parado.

Querer tener el control de tu vida, de tus anhelos, de tus acciones, de tus sueños, hasta de tus pensamientos; se vuelve una historia diferente sólo por el hecho de tener ovarios y no testículos.

Lastimosamente me encuentro, particularmente, en un entorno que en vez de evolucionar se encierra más en sus propias ideas. Un medio en el que "el cuento de la igualdad" es sinónimo de trastorno, crisis de identidad. Totalmente lamentable, pero es la realidad.

Este no es un post sobre el valor de la mujer, ni el resultado de una investigación. Son mis sentimientos y pensamientos que vivo como parte de este grupo de seres vivientes tan polémico. Capaz edite o haga una segunda parte de este escrito en algún momento, porque sé que ni la mitad de lo que realmente quiero expresar será digerido por los lectores.

Solo quiero que sepan que tengo una lucha interna porque sueño y tengo como meta contribuir por un mundo en el que una mujer pueda tomarse anticonceptivos sin ser cuestionada; llegue a alcanzar sus sueños, no los que le implantaron; pueda salir a la calle sin miedo al acoso o a la violación; pueda dejar a la persona que le hace mal sin pensar en que debe "cumplir" con un algo; beba una cerveza en un bar, sin que eso signifique que quiera "llamar la atención"; hable sin miedo a parecer "camionera"; haga rock n roll o el estilo que quiera con todo el girl power, sin que la forma en la que se ve sea el 'motivo' de admiración; vista como se le antoje en realidad; exprese sus sentimientos, sus pensamientos, su SER de la forma en la que realmente quiera hacerlo, no en la forma que "corresponde" por ser de género femenino...

Sueño con no escuchar más en la boca de una niña "quiero ser hombre", y que no existan más razones para siquiera pensarlo.

Un abrazo para todas las mujeres que, como yo, hacen el intento de forjar su camino en base a sus ideales (o simplemente de acuerdo a lo que les dicta su corazón). Mi más sincero afecto a todas aquellas que deciden experimentar en la vida y llenarse de experiencias, conocimientos empíricos. Mujeres que saben que tienen tanto derecho de ser en esta vida como cualquier otro ser viviente. A esas que queman las etapas que quieren quemar, y que deciden orientarse a donde el sol les sale más bonito.

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